Las emisiones fugitivas son un subgrupo de las emisiones difusas, escapes generalmente pequeños por pérdida gradual de estanqueidad en los equipos, emitidos directamente a la atmósfera, que se producen de forma continua y no son detectables por los sentidos (olfativo, auditivo o visual), pudiendo ser localizados únicamente mediante analizadores de COV’s.
El programa «Leaks Detection and Repairs» (LDAR), adecuado a la nueva normativa medioambiental IPPC, se basa en un inventario exhaustivo de todos los posibles focos de emisiones fugitivas para detectar y cuantificar las fugas de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV’s) con el propósito de reducirlas. Una emisión fugitiva considerada de manera individual no representa una pérdida importante, pero la suma de todas las emisiones fugitivas de una planta representa una cantidad de emisión destacable.
Las emisiones fugitivas representan una parte significativa del total de las emisiones a declarar de una planta y son las que se pueden corregir con mayor facilidad y menor coste.
Los programas para el control de las emisiones fugitivas LDAR son rentabilizados, en parte, por la reducción de la emisión.
Los programas LDAR para el control de las emisiones fugitivas nos permiten, además, disponer de instalaciones más seguras, ya que las fugas de productos tóxicos e inflamables que no podemos detectar están controladas.